El Tour trae el bautizo de la Pinarello Dogma2
02 Julio 2011

El 98º Tour de Francia arranca el 2 de julio, y con él Movistar Team estrenará también la Dogma2, la evolución de la bicicleta que revolucionó el ciclismo competitivo de carretera hace dos años con su diseño asimétrico. Como es habitual, los profesionales podrán disfrutar en primicia este nuevo modelo, que llegará a los aficionados en 2012.

Para aquellos que se preocupan por cada detalle de las bicicletas y estudian cada etapa para obtener la mejor aproximación a las nuevas máquinas, la nueva Dogma2 se transformará en su objeto de deseo particular para la próxima temporada. Las pruebas contrarreloj quedarán reservadas al modelo Graal, cuyo diseño en la extrema lucha contra las manecillas del cronómetro ya se ha demostrado como avanzado a su tiempo. Los ojos de todo el mundo estarán sobre los chicos de Eusebio Unzué y, sobre todo, en el nuevo campeón de España, José Joaquín Rojas, quien buscará confirmar su buena forma luchando por un gran resultado.

Las características de la Dogma se reducen en la idea de reconciliar la rigidez con la menor resistencia aerodinámica. Ese fue el principal objetivo a la hora de estudiar la evolución de diseño que debía seguir la nueva Dogma, un logro conseguido gracias a la investigación por Computación de Dinámica de Fluidos, con el trabajo de los sistemas de ordenadores exclusivos de los laboratorios Pinarello. En ese aspecto, muchos pequeños detalles de la bicicleta han sufrido una revolución, aspectos que hacen del cuadro Dogma2 un modelo a seguir para los próximos años.

Comenzando con la evolución de la horquilla Onda FPX, la reducción en los brazos, que mejora el paso del flujo de aire, y una «cola» trasera que elimina turbulencias en la zona de unión, ofrecen ambas una circulación aerodinámica más regular en la parte exterior, compensando la rigidez natural, gracias a un nuevo y mejorado recubrimiento de carbono.

La rigidez frontal está apoyada en una nueva serie de cabezas cónicas, cuyo tamaño pasa de 1″ 1/8 – 1″ ¼ a 1” 1/ 8 – 1” ½. A fin de poder acomodar esta nueva configuración, la nariz ha aumentado en tamaño un 6%, pero gracias a una mejor provisión efectiva de los brazos en los tubos horizontales y verticales, que han sido unidos, es posible mejorar la potencia de frenado en un 19%, reduciendo al mismo tiempo el impacto aerodinámico en un 10%.

El concepto de asimetría se ha demostrado exitoso y por ello se ha realizado un enorme esfuerzo en el tubo horizontal para inclinarlo hacia la derecha -los más detallistas notarán que el tubo del lado derecho es continuo, mientras que cae mucho antes en el lado izquierdo-. Una asimetría mucho más pronunciada, que paradójicamente conduce a un aumento en la simetría de pedaleo de un 6%.

Se han realizado también importantes cambios en la parte trasera del cuadro, con reducciones en algunos tubos y un aumento en la estratificación de la fibra de carbono. El estudio concienzudo en la distribución interna de cables, un aspecto susceptible de producir «ruido» desde el punto de vista aerodinámica, ha permitido mejorar el impacto en un 2%. Una guía de cable retráctil ha sido situada en la horquilla trasera, completamente integrada en el cuadro así como en los puntos de entrada y salida. Para aquellos que utilicen cambio electrónico, la batería queda totalmente pegada al cuadro, el cableado queda insertado en el interior y con todo ello se evita el uso de abrazaderas adicionales.

Todas estas modificaciones suponen un cambio drástico en la Dogma2: a pesar del aumento de peso en varias secciones de nuevo cuadro, la talla 54 pierde 30 gramos en comparación con la anterior bici Dogma 60.1, dejando el cuadro en sólo 920 gramos. Por otro lado, el impacto aerodinámico en la zona frontal (horquilla y tubo frontal) del cuadro Dogma2 se han visto reducidos en un 6% en comparación con la misma zona en el cuadro Dogma 60.1.