Andrey Amador unió con su clase las alegrías de España y Latinoamérica en uno de los triunfos más recordados de Movistar Team en 2012: la llegada de alta montaña en Cervinia del Giro, que elevó al tico, de forma definitiva y tras varios intentos en etapas anteriores, a la leyenda del deporte en su país y le confirmó como uno de los talentos emergentes del equipo.