Dos triunfos épicos, balsámicos, sensacionales. En el Giro, su carrera, ante sus aficionados. Un ciclista que vale su peso en oro, como corredor y como persona
Tras una primera temporada de azul, 2012, donde tan sólo pudo saborear las mieles del triunfo en dos pruebas fuera del UCI WorldTour -las dos clásicas vizcaínas: Getxo y Amorebieta-, y después de pasar muy malos momentos psicológicos, el talento de Giovanni Visconti salió por fin a relucir.
Lo hizo en el Galibier, en una de las etapas más duras de la ‘Corsa Rosa’ en sus últimos tiempos, sobreponiéndose a un primer instante de flaqueza para superar al resto de la fuga y a los favoritos para alcanzar la gloria en la cima Pantani. Tres días después, la espectacular confirmación en Vicenza, ante el delirio de sus paisanos.
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