Rojas se marcha sin premio
16 Marzo 2014

París-Niza (etapa final)

Vichot (FDJ) se convierte en el verdugo del murciano, 2º en Niza y 4º en la general por tan sólo 1". Movistar Team gana la clasificación por equipos de la París-Niza

El podio por el que tanto luchó José Joaquín Rojas durante ocho etapas de París-Niza se le negó en el último sprint en la Promenade des Anglais, tras 128 kilómetros plagados de pequeños puertos. El murciano de Movistar Team ha terminado 4º en la general de la ‘Carrera del Sol’ tras ser segundo ante el campeón francés Vichot (FDJ) en una jornada final en la que la escuadra telefónica no dejó nunca de ser protagonista.

Erviti protegió al cuadro azul al filtrarse en la fuga de diecisiete ciclistas que lideró la carrera en las primeras ascensiones. A pesar del desgaste, el navarro se puso a disposición de sus compañeros tras ser cazado, y junto a los hermanos Izagirre y Gadret ayudó a Rojas en dos momentos clave: cuando quedó ligeramente descolgado nada más coronar el Col d’Eze, a 15 km del final, y con la postrera fuga de Schleck (TFR) y un peligroso Spilak (KAT) en el último descenso.

Vichot, que había sumado un segundo de bonificación en el último sprint intermedio, apartó con su triunfo y por tan sólo 1″ a Rojas del cajón definitivo. Como premio de consolación, Movistar Team se llevó la general final por equipos, que reconoce el trabajo durante ocho días de un bloque -con numerosas fugas, trabajo de grupo y top-20 para los dos Izagirre- implicado al máximo en la prestigiosa ronda gala.

DECLARACIONES / José Joaquín Rojas: «Hoy me ha quedado una sensación agridulce porque así como en el sprint de ayer me ganaron porque fueron más fuertes, hoy no ha sido así. El error ha sido mío porque me he quedado un poco encerrado y no me ha dado tiempo a remontar. Me ha dado pena por mí, pero sobre todo por el equipo porque han confiado en mí y han estado geniales. En la subida a Eze, hemos preferido levantar un poco el pie porque estos días también llegaba fundido a los sprints de tanto forzar en un terreno que no es el mío como la subida. Teniendo tres compañeros como tenía, les hemos controlado bien y hemos acabado entrando. Al final sólo pensaba en la etapa y no en el podio, porque además una cosa lleva a la otra. Más ganas que yo de ganar no tiene nadie, pero también hay que ser conscientes de los contratiempos que he tenido este año: el escafoides, luego una infección que me tuvo parado… Tengo que quedarme con lo positivo, que es verme delante después de todo eso en una carrera tan importante. Los próximos objetivos serán Milán-San Remo y posiblemente País Vasco, porque ir a las clásicas menos de dos meses de la fractura en la mano es demasiado arriesgado».